EN
MI BIBLIOTECA
PRIMER CAPÍTULO
PRESENTACIÓN Y…
Hacía frío y yo estaba disfrutando y ojeando
un libro sobre el Oeste y de aventuras con todo tipo de peligros. Por si todavía
no lo sabéis, tengo mi casa detrás de la biblioteca en la que trabajo. Lo malo
es que no viene casi nadie ya que en mí ciudad no se leen muchos libros, porque
los niños se pasan el día jugando a videojuegos que les aíslan y los adultos se
pasan todo el día con ese artilugio con forma de rectángulo, tecnológico
llamado móvil o teléfono; los demás niños, se dedicas a jugar a la
peonza o a leer el periódico.
Pero miremos el lado bueno de estar un
día de invierno metido en una biblioteca: puedes estar la mayor parte del
tiempo leyendo o estar sentada en el sillón que en ese momento esté vacío.
Cada libro lo leía y lo leo con tanto
interés… Que a veces se me saltan las lágrimas, me parto de la risa, me
sorprendo o me enfado con el personaje escrito en esa maravilla de hojas. En
estas la tinta creando letras, las letras palabras, las palabras frases, las
frases párrafos, los párrafos una página y las páginas un gran libro.
No importa el tamaño de este, porque
un libro robusto y grande puede que sea muy malo y uno de bolsillo pequeño y fino,
puede que se convierta en uno de tus favoritos. Pero a cada libro le tienes que
dar una oportunidad, no puedes devolverlo o dejarlo de adorno en la estantería.Y no te pienses que hay que leerlo todo, lo principal es disfrutarlos.
Como iba diciendo, terminé el capítulo
y de repente sonó la campana que tengo colgada de la puerta para saber si alguien
viene; Entró una niña: que tenía un abrigo marrón y largo en el que se
encontraban cuatro botoncitos del mismo color, también llevaba unas botas de
agua, porque fuera llovía y como también hacía frío vestía una bufanda naranja
alrededor del cuello.
Se acercó a mí observando todo lo que
la rodeaba.
-Perdone, soy nueva en la ciudad, me
encanta leer y no conozco a nadie, ¿usted sabe si estoy en el lugar correcto? –
dijo la desconocida con aire dudoso.
Yo con amabilidad y segura le contesté:
-Con esos datos…Te prometo que este es
tu sitio, pero si no te importa dirígete a mí por tú.
Y me llamo Mónica, encantada de
conocerte…-
-Luna, me llamo Luna, pero prefiero que
me llames Lu. Así era cómo me llamaban mis amigas/os del colegio en el que iba
antes-
-Pues estoy encantada de por fin ver a
alguien entrar en esta birria de edificio, bueno ¿a por qué libro bienes pequeña?
–
-Querría
ver los de misterio y aventura. Y si me lo permite yo estaría encantada de
estar todo el tiempo del mundo metida en esta paredes-
-Tienes
razón, no debería quejarme lo cual es lo único que me queda de mi familia y antepasados -le
dije enseñándola el pasillo que ella quería ver.
Estuvimos
un rato hablando de que por qué nos gustaba tanto leer, de por qué habíamos acabado
en esa triste ciudad y me contó que ella se encontraba allí porque su madre buscaba
trabajo y porque su padre escribía guías de viaje y cuando vino aquí le
interesó mucho por la cultura y por la comida tradicional o el baile típico en fiestas.
Dijo también, que aunque no veía mucho a su padre porque viajaba por el mundo,
sabía que aparte de traerla un libro de aquel lugar donde había estado, la
quería un montón.
En ese
momento, después de contarme esa historia, cogió un libro lo ojeó, y sacó otros
de aquella colección. Y le dije que podía venir cuando la apeteciese, ella sonrió
y asintió.
Cogió los libros que había elegido se giró
para irse y nos despedimos con la mano.
Al día
siguiente pensaba que sería otro día normal hasta que se abrió la puerta y
apareció Luna con una sonrisa en la cara. Nos saludamos y sin decirnos nada
empezamos a andar la dos, una al lado de otra dirigiéndonos a un sillón en la
que cabemos Lu y yo, nos sentamos y empezamos a leer los libros que teníamos en
las manos y empezamos a hablar sobre hacer un CLUB DE LECTURA en el segundo
piso donde había un sitio para los niños que iban a venir y también nos
planteamos hacer un cuentacuentos.
Subimos al segundo piso por unas escaleras
viejas pero que se sostenían y aguantaban nuestro peso y creímos que aguantaría
el peso de unos cuantos niños por unos días. Ya allí, apartamos algunos libros
de un rincón para nuestro proyecto pensado.
Luna me convenció para que
ordenásemos todos los libros que había por el suelo porque yo no iba mucho a
ese piso así que estaba muy descuidado y por eso tardamos un buen rato, pero
nos lo pasamos bien juntas, haciendo cosas en equipo.
Cuando terminamos de recoger nos dimos cuenta
de que era la hora de comer, decidimos que Luna se iba a su casa y después
venía porque su portal estaba a una manzana de la biblioteca. Así fue, conocí a
su madre porque su padre estaba de viaje, les dije a las dos, que se parecían
mucho en la forma de ser, en cambio en el físico no me creía que fuesen familia.
Luna y yo
nos fuimos tranquilamente hacia la puerta del edificio en el que vivía y trabajaba.
Nos dijimos al llegar que deberíamos descansar un rato antes de trabajar con lo
pensado y seguir hasta que lo lográsemos.
SEGUNDO CAPÍTULO 2
ESTE LIBRO NO ME SUENA
Lu estuvo mirando libros y más
libros hasta encontrar en un carrito que tenía yo (para libros) aparcado en un extremo
de la sala en la que nos encontramos un libro que no ponía el autor, era tan extraño y desconocido, que yo nunca había
visto uno igual.
Así que lo abrimos con un miedo terrible de que hubiese algo o
alguien ahí que nos hiciese algo, lo abrimos, pero era un libro normal y
corriente solo se diferenciaba de ellos por unos símbolos extraños nunca vistos.
Cuando estudiaba para ser
bibliotecaria recuerdo que nunca había observado unas letras similares a esos
signos nunca los había visto, repito. Lo de fuera era una tapa bordada con unos personajes
de cuento, pero no unos cualquiera, unos con forma de monstruo y otros peleando
en una batalla. Aunque es un dibujo muy bonito es muy difícil de entender.
Luna sigue sin entender lo que
contiene, igual que yo, pero yo creo que si seguimos un mapa de tela (también dentro
del libro) que nos indica varias cosas en el idioma ese que nos pone en la
novela tan extraña que nos habíamos encontrado.
Nos paramos un buen rato a pensar
lo que ponía en aquel libro y Luna sacó una conclusión de que fuera un mapa
pirata donde estaban ellas destinadas a encontrar el tesoro, yo creía que a
alguien se le hubiese caído y que se lo teníamos que dejar a al propietario.
Convencí a Luna y nos dimos cuenta de que después de la tapa del libro había un
número de teléfono, llamamos pero sonó mi teléfono con la melodía que le puse hace
tiempo (porque no lo uso mucho)
-
TRING, TATALA, TRING, TATALA – repetía el objeto
tecnológico.
-
¿por qué suena tú teléfono, si se supone que
estamos llamando a otra persona? - exclamó Lu
- - No lo sé, además mi número de teléfono no es ese-
exclamo muy sorprendida-
Nos miramos una a la otra y no sé
qué hacer: coger el teléfono y contestar o dejarlo ahí y hacer como que no ha
pasado nada.
“Lo voy a coger” pienso
Me acerco lentamente y salta el
contestador con una voz que me sonaba de algo, pero no la reconocía. Nos miramos las dos muy asombradas y no sabemos que decirnos porque lo
que nos ocurrió esa tarde no te pasaba todos los días.
En cuanto nos descuidamos, me
pone un mensaje que no pone el nombre de la persona que lo había escrito y el
móvil decía:
``MENSAJE DESCONOCIDO´´, lo
leímos y decía:
Querida Mónica:
Querida Mónica:
He visto que te has hecho una amiga con la que pasar el tiempo en la biblioteca. Pero
no he venido a hablar de eso, solo quería decirte que DEBES vender la biblioteca
y encontrarte otro nuevo trabajo porque estás en peligro. Estate atenta de todo.
Un
saludo,
Iván.
Nos quedamos muy sorprendidas al recibir
cosa igual. Luna tenía una cara de asombro y no se lo creía.
- - ¿No crees que se lo tenemos que decir a alguien?
- preguntó Luna asustada
- -No me suena ese “Iván”- dije sin responder a
su duda
Nos quedamos un rato de nada pensando,
pero a mi se me hizo largo ese tiempo de
- ¿No crees qué si él sabe que somos amigas, vivirá
en este pueblo? – preguntó Luna
- - No lo sé pero tenemos que averiguar, quién es y
porqué nos ha mandado esta carta o si es una broma- contesté yo con el ceño fruncido. CONTINUARA...